Que Rafael Nadal es el "gran cuco" que acecha a Roger Federer no es ninguna novedad. Pero la realidad era que el mayorquí mantenía una distancia considerable con respecto al suizo, número uno del ranking mundial. Sin embargo, la situación actual hace que el español no pierda las esperanzas de alcanzar el máximo objetivo.
Los principales argumentos que tiene a su favor Nadal es la paternidad que mantiene sobre Federer: está 10 a 6 en enfrentamientos oficiales. Quizás el dato crítico es que su supremacía se 
sostiene en los duelos sobre arcilla, donde el español es casi inexpugnable (lleva una racha de 21-1 en finales en canchas lentas).
sostiene en los duelos sobre arcilla, donde el español es casi inexpugnable (lleva una racha de 21-1 en finales en canchas lentas). Además Rafa festejó tres veces en el año sobre polvo de ladrillo, en Montecarlo, Barcelona y Hamburgo, dos torneos de la Serie Masters y otro que es de los más importantes. Mientras el único título que consiguió Roger hasta entonces es en Estoril.
Pero todavía hay más. Nadal es sólo el tercer jugador desde 1990 en ganar los tres torneos de los ATP Masters Series (los anteriores habían sido los latinoamericanos Gustavo Kuerten y Marcelo Ríos, justamente cuando eran los número uno del escalafón mundial).
Si el español hubiera nacido en otra época seguramente estaria al tope del ranking. Lamentablemente para él, hay un jugador que es considerado por muchos como el mejor tenista de la historia. Por lo tanto, su dulce espera será vital en la perseverancia. Dar el golpe de gracia en el momento justo. La actualidad bacilante de Federer hace pensar que puede ser el instante preciso para dar el zarpazo.
Nadal tiene que demostrar su repertorio en los Gram Slams siguientes, en Roland Garros a partir del 25 de mayo y en Wimbledon desde el 23 de Junio. Esa es su oportunidad de oro para destronar al "relojito suizo". ¿Lo logrará?
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